Spain is different. Tanto como que el ministro alemán de finanzas dice, la ayudita de 100.000 millones de € es para el gobierno de España y nuestro ministro de economía dice que es para los bancos. ¿Nos toman por idiotas?. Hemos celebrado los pasados días 7 y 8 de junio nuestro IV Congreso de Gestión Clínica en Valencia y en la mesa que moderaba tuve la suerte de contar con dos catedráticos de economía, Vicente Ortún y Antón Costas, de la UPF y de la UB, respectivamente, que disertaron libremente sobre las claves para la solvencia de nuestro sistema sanitario. Vicente Ortún se centró en la necesidad de que las organizaciones sanitarias sean transparentes para evitar prácticas corruptas o de abuso de poder. La transparencia es condición necesaria pero no suficiente para propiciar la competitividad. Solo es además suficiente si se acompaña de órganos de gobierno democráticos. Antón Costas se centró en la calidad de la democracia en nuestro sistema de protección social. Percibe una huída de las clases medias de lo público, tanto en la educación como en la sanidad que considera sintomática de un creciente desprestigio y pérdida de calidad. Apuntó que si sólo aplicamos ajustes aparecen contrabandistas de reformas y acometen amputaciones. Además citó el trilema de la globalización de Dani Rodrik, catedrático de economía política internacional de la Universidad de Harvard que sostiene que democracia, autodeterminación nacional y globalización económica simultáneamente no es posible. Si queremos impulsar la globalización económica, tenemos que renunciar en parte a la nación Estado o a la política democrática. Si queremos conservar y profundizar la democracia, tenemos que elegir entre nación Estado e integración económica. Y si queremos mantener la nación Estado tenemos la autodeterminación de elegir entre profundizar la democracia o profundizar la globalización. Sugestiva paradoja que ata cabos en lo que nos está sucediendo. Como sociedad tenemos que elegir si nuestro sistema sanitario tiene que ser reformado y cómo. No parece que el RDL 16/2012 ayude por el batiburrillo de contenidos y su falta de claridad. Además no ha sido discutido en la tribuna pública. Y en política sanitaria, por favor, primum non nocere como nos exigimos los médicos en nuestra práctica profesional.
Publicado por Juan del Llano
Soy el director de la Fundación Gaspar Casal, para la investigación y el desarrollo de la salud, una entidad dedicada desde 1997 a la formación, el asesoramiento y la investigación con el objetivo de mejorar la salud y la calidad de vida. Ver todas las entradas de Juan del Llano
En los dilemas con «tercero excluido» (aunque aquí se presenta un «trilema» con cuarto excluido) la respuesta suele venir de la mano de aperturas de foco que cuestionan el marco de referencia en el que el propio dilema cobra sentido. Ese reframing, en este caso, nos lleva sin duda a replantear la propia construcción europea como marco de referencia.
En este pulso entre una Europa del bienestar, próspera, democrática y socialmente avanzada y la Europa de los mercaderes, nos jugamos mucho… quizá el propio concepto de Europa.
Cordiales saludos