• La Inteligencia Artificial (IA) es una tecnología que permite la autonomía de aprendizaje y acción de los ordenadores y que representa un nivel superior de velocidad con las que se pueden analizar cantidades masivas de información. Y buscar patrones de conducta, explotándolos para bien o para mal
  • La batalla en IA se da, con fiereza, entre los gigantes tecnológicos
  • Es pronto para conocer si será buena para la competencia
  • El ingrediente esencial en su outcome es la triada constituida por relevancia, pocas barreras en el acceso y prácticas de buen gobierno y exigencia de transparencia
  • Las métricas que cuentan son el talento, el poder computacional (algoritmos) y la cantidad y calidad de los datos sometidos a minería
  • El foco está hoy en promesas y beneficios potenciales y no tanto, en futuras preocupaciones (privacidad)
  • La falta de concentración en algo, durante más de un minuto, conocida como distracción digital, produce trabajadores menos empáticos, menor felicidad reportada y pocas tareas completadas a plena satisfacción. Otra fuente de distracción son las alertas de noticias que actúan como generadoras de estrés. Todo ello, de manera agregada, daña el bienestar social, debilita la productividad y el crecimiento económico
  • Las inferencias probabilísticas provenientes de la estadística bayesiana ganan peso frente a los algoritmos que presentan unos resultados determinísticos de si o no
  • El reconocimiento de imagen por la notable mejora en la rapidez de las tareas de machine learning es espectacular. También en reconocimiento de voz y en aplicaciones de traducción
  • La tecnología del reconocimiento facial amenaza la privacidad de los ciudadanos y abre la puerta a la pesadilla orwelliana de una sociedad controlada por los Estados, las firmas de seguridad y las grandes compañías. Permite en un tiempo récord, reconocer a un terrorista que acaba de cometer un  atentado. Si bien, la privacidad es un medio para garantizar la seguridad y aquello que la pone en peligro (seguridad) acaba desprotegiéndonos
  • La tecnología de reconocimiento de voz transforma nuestro modo de relacionarnos con los dispositivos. Es el parámetro biomédico más preciso. Con solo decir mi voz es mi contraseña, la máquina reconoce al cliente
  • La salud y la medicina son ya tecnologías de la información
  • La nano robótica médica se está fusionando con la AI. En 2030, quizá antes, se podrá conectar nuestro neocórtex con un neocórtex sintético en la nube
  • La AI empuja a la gestión de la abundancia. Un buen ejemplo es la Wikipedia
  • Nuestro actual modelo económico gestiona la escasez a través de la fijación de precios. En el nuevo modelo no hay escasez. El precio es cero. La oferta cubre toda la demanda. No hay beneficio
  • Pero, ¿cómo se financia la nueva inversión?, ¿cómo se creará el nuevo empleo?, ¿cómo distribuir equitativamente bienes y servicios?
  • Los gigantes tecnológicos ya son monopolios naturales. Gracias a ello, el precio puede continuar por encima del coste marginal (que es prácticamente cero), lo que mantiene la inversión y la innovación
  • Esta 4ª Revolución Industrial, la digitalización, nos lleva a una fractura de la cohesión social pues genera ingresos muy abundantes para los accionistas de los gigantes tecnológicos pero muy pocos empleos. En todo Sillicon Valley sólo hay 140.000 trabajadores
  • Se necesita un nuevo contrato social para la era digital y quizá, una renta universal básica que no asegurará la dignidad de aquellos que quieran desarrollar una función social porque se vean desplazados o excluidos del mercado de trabajo por tan enérgica disrupción
  • En definitiva, no sabemos cómo abordar las externalidades producidas por este gran cambio tecnológico y hasta de paradigma, que erosiona a la clase media occidental y provoca un ascenso del precariado
  • Una educación que recaiga más en habilidades que en conocimientos aunque no panacea, ayuda. Tres factores pueden fortalecer este nuevo contrato social. El primero, políticas para el fomento de la igualdad económica, social y política. El segundo, mecanismos de implicación ciudadana en el proceso político que pasan ineludiblemente por la deseable erradicación de la corrupción. Y tercero, nuevas instituciones más transversales, con predominio de expertos como expresan los cuidadnos en el último barómetro social del CIS, para la articulación de los distintos intereses en juego. La pregunta es: ¿nos estamos preparando para ello? O seguimos sin mirar al medio-largo plazo ya que cualquier año pasado fue anterior…

Agradecimiento: a mi hija Alicia

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