La Fundación Gaspar Casal (FGC) lleva en su ADN la preocupación por el análisis de los datos, imprescindible para arrojar luz al diagnóstico de situación de la salud de la población y de nuestro sistema sanitario, que luego te lleve a acertar con las terapias prescritas. En política y gestión sanitarias, es vital informar y aconsejar a los decisores. Desde 2000 hasta hoy hemos explotado las estadísticas de salud del INE y del Portal Estadístico del Ministerio de Sanidad, publicando análisis que permiten monitorizar el desempeño del SNSE, con el liderazgo de Alicia Coduras. A partir de este recorrido experiencial se aportan algunas aseveraciones:

  1. Es imprescindible disponer de datos actualizados del sector salud y del ámbito social para mejorar la gestión y permitir evaluar el desempeño de los sistemas de salud, cuidado y bienestar. La digitalización y centralización de la información pública y privada en referencia a los indicadores clave de la sanidad en España, debería acelerarse, homogeneizarse y hacerse accesible de forma que estuviese disponible, como mucho, en referencia al año anterior al año en curso. La pandemia ha hecho más evidente, si cabe, lo necesario que es progresar en este apartado para que los investigadores puedan trabajar con datos recientes y para que las fuentes internacionales que los publican y comparan con los de otros países puedan llevar a cabo este trabajo.
  2. La población española continúa envejeciendo. En cuanto a la configuración socioeconómica del entorno del usuario del sistema sanitario, los datos muestran cómo la población española ha seguido aumentando, pero con la tasa de natalidad más baja que hemos tenido en nuestra historia. Las condiciones de vida actuales, la tensión del sistema sanitario, la incertidumbre económica y temas candentes como el clima, el género y similares, no alientan a las personas jóvenes a formar familias con más de un hijo o dos.
  3. Comportamiento dispar de los indicadores de estado de salud que requiere especial atención a la obesidad y sobrepeso, las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y los problemas de salud mental. Hay que regresar de nuevo a situar la importancia de la salud mental en cuanto a la mejora de la salud general de la población. Se precisa de una importante revisión y planificación de los recursos necesarios, pues de su mejora puede depender también parte de la morbilidad y la mortalidad en otras patologías.
  4. Ya contamos con una evaluación en profundidad y con altura de miras sobre una pandemia que ha tensionado enormemente un sistema de salud que ha mostrado su resiliencia. Durante la pandemia, los profesionales se vieron desbordados tanto por la pandemia COVID-19 como por seguir atendiendo a los pacientes con otras patologías. La recomendación es aprender de la experiencia vivida y de las decisiones adoptadas, y no abandonar cambios que han funcionado como la agilización de los sistemas de gestión de los equipos de atención primaria y los servicios clínicos de los hospitales.
  5. Los sistemas de información han de mostrar el valor del sistema sanitario para la salud de individuos y poblaciones con datos abiertos para uso informativo y prescriptivo por decisores, gestores, clínicos, pacientes, investigadores y emprendedores. Tienen que estar fácilmente accesibles y las bases de datos han de contar con una taxonomía homogénea en las distintas CCAA. Idealmente el desglose del sistema debiera llegar a zona sanitaria.  
  6. Alfabetización digital. El desarrollo de Internet y la sociedad digital ha cambiado la forma en la que nos relacionamos, nos comunicamos y realizamos nuestras actividades sociales, laborales, económicas y culturales, constituyendo una auténtica revolución y una fuente inagotable de oportunidades de progreso. Pero también conlleva determinados riesgos que afectan a la confianza en el mundo digital y que suponen un reto para la seguridad, la privacidad, la cohesión social frente a las brechas digitales, las garantías laborales y civiles, la protección frente al acoso o la violación de derechos. Riesgos que requieren medidas que garanticen los derechos y libertades de la ciudadanía propiciando una sociedad digital libre, abierta e inclusiva. Las prácticas para garantizar esta salvaguarda se han englobado en un concepto: alfabetización mediática que es objeto de atención por la UNESCO a través de una unidad especial y de la UE que desde hace años alienta iniciativas en este sentido. La próxima presentación por el Gobierno de una Carta de Derechos Digitales para España es una oportunidad para revisar estos conceptos en el marco de un debate no excluyente.

Finalmente, es imprescindible que la sanidad española disponga de un cuadro de mando de alto nivel con actualización a tiempo real de gran parte de los indicadores de desempeño y consumo de recursos y que esté estructurado en base a la Cuádruple Meta del sistema sanitario, lo cual implica no descuidar la monitorización regular de la experiencia de la atención a pacientes, cuidadores y ciudadanos, así como el bienestar y experiencia de los profesionales sanitarios.

El Mapa de Salud con Perspectiva (MSP) nos ofrece una herramienta interactiva de acceso libre a datos de fuentes oficiales, con generación de visualizaciones lo suficientemente sencillas como para poder comprender los datos mostrados, que descubre y comparte información relacionada con la morbimortalidad diferenciada en mujeres y en hombres. Compara datos agregados desde el nivel provincial al autonómico y nacional. Puede cruzar los datos de morbilidad y mortalidad, con los datos de renta, empleo, desigualdad, natalidad o gasto sanitario público, comparando las diferencias y desigualdades en salud, todo ello de forma amigable y amable. La oferta de consulta se ha diferenciado en las secciones de “Morbilidad, Mortalidad, Indicadores, Comparativa y, Descarga de datos”, robustecida por la de “Referencias”, desde dónde se extraen los datos que la nutren y enriquecen.

El manejo de estas comparativa permite también obtener los resultados con una amplia variedad de ediciones de la información, incluyendo mapas y gráficos, que se puede decir que produce esa ventaja competitiva con relación a otras bases de datos relacionadas con la salud y las organizaciones sanitarias. La FGC monitoriza de forma continua la evaluación de la calidad sobre la información obtenida mediante la herramienta, MSP. Para su administración individual se han dispuesto tutoriales en formato vídeo que de forma directa y breve nos facilitan su uso.

Este uso individual se realiza de forma intuitiva y ágil, con una carga rápida de resultados solicitados en cada una de sus secciones. Queremos en ulteriores ediciones estandarizar tasas y relacionar el MPS con los determinantes sociales de la salud o el impacto del medio ambiente sobre nuestro nivel de salud.

MSP es una herramienta poderosa que de forma directa y siempre desde la visión de impulsar una salud y su gestión con perspectiva, relaciona nuestro nivel de salud y de calidad de vida en esta era de dominancia digital. Su principal objetivo es ser útil al ámbito académico e investigador, innovador, gestor, profesional y, también para el ciudadano-usuario-paciente, que sirva para reflexionar sobre la correcta atención de la salud con perspectiva. Animaros a navegar por el MSP y, agradeceremos que nos hagáis llegar críticas a la herramienta para mantenerla viva, mejorando sus atributos, desde la perspectiva del usuario.

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