No recelemos de AMIE (Articulated Medical Intelligence Explorer) de Google. Es un modelo grande de lenguaje (LLM) que mezcla aprendizaje automático con alta capacidad de computación. Está entrenado para entrevistar al paciente y ha demostrado en un pequeño (N menor de 50, todavía no pasado por revisión por pares) experimento randomizado que mejora al médico de atención primaria en capacidad de diagnóstico en enfermedades cardiovasculares y respiratorias. También puntúa mejor en empatía. AMIE entendió mejor las preocupaciones de los pacientes en 149 escenarios clínicos. Fue más claro y profesional en las respuestas. Más información la encontráis aquí: https://www.nature.com/articles/d41586-024-00099-4

Las perspectivas son prometedoras y no llegan a preocuparnos ya que los médicos interactúan en persona, y construyen una relación en el tiempo. Además, acceden a más tipos de información. En ningún caso se producirá un reemplazo, pero sí puede dar soporte a pacientes que no tienen acceso o la tienen difícil (medio rural) a la asistencia sanitaria y a los no aversos a la tecnología. Si escala adecuadamente puede dar una buena respuesta a pacientes en espera. ¡Ojo! AMIE se ha entrenado consigo misma, adoptando el triple papel de paciente, de médico y de evaluador y, puede seguir dedicando mucho tiempo a mejorar sus respuestas, alimentándose de muchas entrevistas clínicas propias. No tiene problemas de derechos de autor pues sería una parte de AMIE la que pudiera demandar a la otra y, de eso, no hay precedentes. Bromas aparte, para aliviar colas de pacientes en espera por problemas de salud comunes en atención primaria, si supera más ensayos controlados y publica en revistas de alto impacto con revisión por pares, pudiera empezar a dar juego real en poco tiempo.

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