El pasado 4 de noviembre, se puso en funcionamiento una nueva herramienta de medición del precio de los medicamentos llamada VALTERMED.
Se trata de un sistema de información corporativo del Sistema Nacional de Salud para determinar el valor terapéutico en la práctica clínica real de los medicamentos que se utilizan en el SNS. El alcance prioritario son los medicamentos de alto impacto sanitario y económico. El objetivo de este sistema es disponer de información óptima para la adecuada toma de decisiones en la gestión macro, meso y micro de la prestación farmacéutica, en las distintas etapas del ciclo del medicamento. En suma, se trata de un salto de calidad de la medicina basada en la evidencia a la medicina basada en el valor.
Los objetivos generales de esta herramienta son: determinar el valor terapéutico adicional que presentan los nuevos medicamentos; posicionar y reposicionar a los medicamentos en relación a su coste-valor terapéutico añadido; adoptar una adecuada toma de decisiones en el momento de fijación de precio y de valoración de inclusión en la prestación farmacéutica del SNS así como en las revisiones de precio y financiación; y proporcionar la información necesaria para una adecuada toma de decisiones en el momento de la prescripción.
Como puede apreciarse, esta nueva herramienta impulsada por el Ministerio de Sanidad quiere ir más allá del coste-efectividad de los medicamentos. Aspira a determinar el valor real de los medicamentos en los que existe alta incertidumbre tanto clínica como económica. No está disponible públicamente, suponemos que por estar en pruebas y pendiente de su valoración por el Comité Asesor para la Financiación de la Prestación Farmacéutica.
Es de agradecer que se hayan puesto las nuevas tecnologías al servicio del interés general. Si bien, para que esta pionera herramienta logre sus objetivos, es necesario que todos los actores implicados (especialmente los profesionales sanitarios) se involucren en la determinación de los criterios de evaluación del precio de los medicamentos, así como la mejor manera de medirlos. En España aplica el precio basado en valor de los medicamentos tal y como recoge el art.92 de la Ley 29/2006 de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios (modificado por mor del RDL 1/2015), cuando afirma que a la hora de la fijación del precio: se tendrá en cuenta el valor terapéutico y social del medicamento, así como el beneficio incremental del mismo teniendo en cuenta su relación coste-efectividad. Si bien, hay camino que recorrer para la mejora en la aplicación práctica del citado artículo.
Mirando a los países de nuestro entorno, se puede encontrar inspiración tanto en las actividades del National Insititute for Health and Clinical Excelence (NICE) para Inglaterra y Gales, como las del Equipo Técnico de Economía de la Salud de la Agencia rancesa del Medicamento. La actividad de la Agencia Independiente de Responsabilidad Fiscal (AiREF) debe ser visitada. También hay que perseguir una mayor alineación con la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios y algunos de sus productos como los Informes de Posicionamiento Terapéutico (IPTs).
VALTERMED, puede ser un buen comienzo. Pero no dejemos de impulsar sinergias y sacar el máximo provecho a lo que ya tenemos. Y no olvidemos prestar atención a otros criterios como la equidad, la gravedad, la falta de alternativa terapéutica y los juicios de valor social.
Hablando de sinergias, conviene hacer referencia al impulso que desde la Unión Europea se está dando a la Evaluación de las Tecnologías Sanitarias(ETS). La propuesta de Reglamento de la Comisión, tal vez, pecara de ambiciosa al querer regular por vía de Reglamento y no de Directiva. Si bien, la cooperación entre los países miembros es la forma idónea de afrontar un tema de esta relevancia. El sentido común parece decirnos que, en un asunto de calado técnico (como la ETS), debería ser factible llegar a consensos supranacionales que permitieran establecer y utilizar informes de evaluación clínica conjunta por parte de los Estados miembros.
Ya lo advertía William Osler cuando decía que: “la medicina es una ciencia de la incertidumbre y un arte de la probabilidad”. Es difícil dar con una receta mágica, pero nombres aparte (precio basado en valor, coste-efectividad, precio basado en indicación, etc.), es, en el plano individual, el paciente (y su bienestar) el que debe estar en el centro de la formulación del precio de los nuevos medicamentos. En el plano social, es, la perdurabilidad en el tiempo de nuestro sistema sanitario público. Sabemos que existe tensión financiera por los altos precios de muchos de los nuevos medicamentos.
Para los que quieran profundizar en el tema pinchando aquí encontraran una estimulante lectura:
Regulación del precio de medicamentos.pdf